24 marzo 2010

Reconstrucción del Sur del País...¿Realidad o Mito?

A su retorno del cambio de mando en Chile, el presidente de la República, Alan García, hizo un comentario poco atinado «para mí fue un honor compartir un sismo con el pueblo de Chile». Muchos acá se preguntan ¿no sería más grato apoyar a su propio pueblo que aún no termina de recuperarse del fuerte sismo de hace casi 3 años? ¿No sería más honorable estar presente ante la población de Cusco que ha perdido sus casas por las intensas lluvias y por los huaicos?

En fin. Quizá la respuesta es que los ministros -mano derecha del Ejecutivo ya han expresado su apoyo, ya se han dictado decretos de urgencia, ya se ha destinado algunos millones para la solución
de la desgracia. Pero ¿será suficiente? ¿Por qué tenemos que escuchar otros comentarios como «vamos a donar US$ 10 millones a los damnificados de Haití» cuando acá se ha avanzado poco en Pisco, Chincha, Cañete, zonas afectadas por un sismo de hace tres años?

Esos comentarios distan de un conocimiento de la realidad peruana. Y no queremos creer que de eso carezca nuestro mandatario. Pero en vez de favorecer a los suyos hace anuncios poco congruentes con los ánimos peruanos. Sin embargo, dirán, tenemos el Forsur, están los gobiernos regionales, los gobiernos locales y otros, que tienen que moverse y planificar el camino a seguir a lo largo de la reconstrucción. Situación que pueda ser cierta, pero si no funciona, acaso no es obligación del mandatario de la República, preguntarse porqué no se avanza a grandes pasos.

Cuando ocurrió la desgracia en el 2007, muchos dijeron que se reconstruiría, en las zonas devastadas, nuevas ciudades y mejores servicios, pero hasta el momento aún se sigue preparando expedientes técnicos para varias obras. Olvidándose de la urgencia de hospitales, centros educativos, hospedajes, y casas unifamiliares. Solo basta transitar por la Panamericana Sur para ver como de una forma grosera han cercado varias áreas que han quedado destruidas, dando la impresión de que se está trabajando en el interior de estas. Es cierto que hay algunas obras terminadas, pero son muy pocas en comparación con el desastre, aún hay gente bajo techos de plástico.

Los hechos y sus actitudes nos muestran un presidente que no coincide con las necesidades de su pueblo, ya lo hemos dicho anteriormente, al parecer solo le gustan las inauguraciones y presentaciones de algunos logros de agua en donde se despacha con discursos de cómo el Perú Avanza.

¿Por qué no estar presente en Cusco, Aguas Calientes, Machu Picchu, la nueva maravilla del mundo? Acaso no celebró la designación mundial, invitando a todo el mundo a conocer Cusco, el Perú y sus rincones. Ahora que está bajo las aguas arrasadoras de las lluvias, lo vemos alejado, más citadino, más comodón.

El poblador damnificado de Ica, Cusco y otros lugares del país, y que se encuentran literalmente en la calle, no han podido recibir ni siquiera una palmada en el hombro por parte del presidente para mostrar su apoyo, que diferencia con el nuevo presidente de Chile el señor Piñera que apenas terminó la ceremonia de cambio de mando se fue directamente a las zonas más perjudicadas por los sismos a analizar personalmente que es lo que estaba pasando y apoyar a todos sus compatriotas.

En cambio aquí tenemos un presidente que no le gusta ensuciarse los zapatos, que no le tiene miedo a los temblores, pero si a la realidad que nuestro país atraviesa.
FUENTE: PERIÓDICO CONSTRUCCIÓN & VIVIENDA

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